Pase, lea y opine

Pase, lea y opine. Algunas notas publicadas en Noticias, edicionrural.com o desgrabaciones de micros que hice en diferentes radios


lunes, 31 de octubre de 2011

¿Podría África ser el granero del mundo?

Trigo
Aumentar la producción agrícola es uno de los retos de África.
La visión que se despliega a lo largo de la llanura de Mkshi, en Zambia, difiere de la imagen lúgubre que a menudo se tiene del África moderna.
A tres horas de la capital, Lusaka, las espigas de trigo resplandecen bajo el sol tropical.
Una cosechadora combinada se mueve metódicamente de un extremo a otro del campo inmenso.
Muy cerca, unos aspersores riegan un cultivo de soja.
Uno podría pensar que se encuentra en las llanuras del centro de Estados Unidos o en los campos de cereal de Ucrania.
Esto son campos generosos, una África productiva que contrasta con la narrativa de conflictos y hambre que domina nuestra idea del continente.
"Sólo con incrementar las cosechas hasta el 80% de la media mundial, África se convertiría en un exportador neto de comida. Creemos que África puede alimentarse a sí misma y al resto del mundo también", asegura Dabney Tonelli de la empresa británica Chayton Africa, que gestiona una explotación de 12.000 hectáreas en Mkushi.

Explotaciones comerciales

Mujeres en Zambia
La agricultura de subsistencia es una práctica común entre los agricultores zambianos.
Chayton arrendó la tierra por un periodo de 14 años del gobierno de Zambia con la promesa de aumentar la producción, crear puestos de trabajo para los habitantes locales y enseñar las técnicas agrícolas a los pequeños agricultores de subsistencia que cultivan parcelas en la zona.
Tras años de corrupción y desgobierno, Zambia, que recientemente celebró elecciones, es visto como un remanso de tranquilidad en el continente.
"El ambiente político es estable y las condiciones para la agricultura en cuestión de clima y suelo son excelentes. Para el inversor agrario, Zambia es el lugar en el que uno quiere estar", asegura Tonelli.
Agricultores blancos que fueron expulsados de Zimbabwe, quienes perfeccionaron técnicas de cultivo intensivo durante décadas, fueron contratados para gestionar las operaciones de Chayton.
El director de la explotación en Mkushi, Stuart Kearns, se convirtió en agricultor siendo un adolescente después de que mataran a su padre en la guerra civil de la antigua Rhodesia.

Promesas y obstáculos

Agricultores en Zambia
La falta de infraestructuras es uno de los grandes problemas para el desarrollo de la agricultura comercial.
A pesar de su experiencia en Zimbabwe, es optimista sobre el futuro de la agricultura en Zambia.
"Hay un potencial enorme aquí y creo que la clave en África es intentarlo una y otra vez. Eso es algo que se aprende cuando se crece aquí".
Chayton promete "crear trabajo, introducir técnicas agrícolas sostenibles… suministrar apoyo y entrenamiento a los campesinos locales".
Pero hay obstáculos importantes: infraestructuras pobres y la burocracia entorpecen que Zambia se convierta en un gran exportador de comida al continente. De momento, Chayton sólo produce para el mercado interno.
En una entrevista con el programa de la BBC Newsnight, el vicepresidente del país, Guy Scott, quien también es agricultor, se mostró escéptico ante algunos de los reclamos realizados por la compañía.
"Soy muy escéptico porque estuve por allí mucho, sé cómo son las propuestas y las justificaciones en el juego de las inversiones y diría que el 90% de lo que se promete resulta no ser cierto… No necesariamente por un interés económico o un fraude deliberado".
"Creo que las personas esperan lo mejor. Creen que va a funcionar y el gobierno también. Entre todos nos esperanzamos. Y entonces te encuentras con que no tuvimos tanto impacto social ni económico como habíamos esperado".

Riesgos para la población

Scott
Guy Scott, vicepresidente de Zambia.
Scott teme las consecuencias sociales de una posible pérdida de puestos de trabajo debido a que la mecanización del campo desplace a la mano de obra local.
"Pienso que el principal problema es que la población de Zambia es cuatro veces mayor que su economía. Y creo que ése es el peligro de la agricultura intensiva a gran escala. Tiende a ser intensiva desde el punto de vista del capital y a no crear puestos de trabajo. Al mismo tiempo tiende a desplazar a las personas que pierden su trabajo en la agricultura de subsistencia".
Chayton reconoce que sus métodos modernos de cultivo ya produjeron pérdidas de empleos, pero insisten en que a medida que el negocio crezca se crearán puestos de trabajo en empresas relacionadas.
"Sí, a corto plazo, parte de los empleos poco cualificados desaparecen como consecuencia de la mecanización, pero estamos construyendo un negocio a gran escala que a medio plazo creará otros trabajos", señala Tonelli.
"Tenemos que ser capaces de formar personas para que hagan labores cualificadas que les permitan desarrollar su carrera en la agricultura o encontrar un empleo en otro sector".
Los agricultores de subsistencia con los que se habló para elaborar este reportaje se mostraron favorables al principio de la agricultura comercial, pero todavía está por ver cómo les reportaría algún beneficio.
Chayton sólo lleva operando en la zona durante un año, pero Brighton Marcikatebe, un granjero de Asa, un pueblo cercano, asegura que los agricultores comerciales no ayudaron a sus vecinos más pequeños.
"Si vienen con ayuda, la aceptaremos, pero de momento no ayudaron", indica.
"Tenemos que ser capaces de formar personas para que hagan labores cualificadas que les permitan desarrollar su carrera en la agricultura o encontrar un empleo en otro sector"
Dabney Tonelli, Chayton Africa
Los lugareños también se quejan de que no tienen acceso al capital. La mayor parte de la tierra en Zambia es propiedad del Estado y es administrada por los jefes locales.
Sin títulos legales, los pequeños granjeros no pueden obtener créditos bancarios con los que comprar maquinaria y expandir su producción.
Pero según Scott, los agricultores de Zambia pueden esperar un trato mejor.
"Fuimos elegidos por los zambianos y sus intereses son lo primero. Si sus intereses pueden coincidir con los de los mercados internacionales, entonces estupendo, pero ak fin y al cabo somos responsables de su protección, de su protección social".
Hacer que el cumplimiento de ese compromiso sea compatible con los acuerdos firmados con inversores extranjeros requerirá de una habilidad política considerable.

martes, 25 de octubre de 2011

Los Agrodiputados ahora son del Frente para la Victoria

De acuerdo a los resultados de los comicios celebrados el domingo pasado, el Frente para la Victoria logró ingresar al menos cinco agrodiputados, contra solo dos de las fuerzas opositoras. Además, la escasa cosecha de votos de Mario LLambías sumó la derrota más estrepitosa de la oposición agropecuaria que en su momento encarnó la Mesa de Enlace de las cuatro entidades del agro.

Si bien el concepto de “Agrodiputados” fue gestado dentro del ámbito opositor al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la extracción de al menos cinco legisladores nacionales electos del Frente para la Victoria permitiría incluirlos dentro de esa categoría, ya sea por la actuación que vienen teniendo o por su extracción territorial.

Ellos son Julián Domínguez, actual Ministro de Agricultura de la Nación, la principal muñeca política que manejó el conflicto posterior a la discusión parlamentaria de la resolución 125 y primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires donde obtuvo casi el 57 por ciento de los votos.

Otro de los electos es Fabián Francioni, Intendente de Leones (Córdoba), donde se hace la Fiesta Nacional del Trigo y donde es oriundo el presidente de Coninagro, Carlos Garetto, que semanas atrás recibió la visita de la presidenta de la Nación. Francioni es uno de los más fervientes defensores de las políticas agropecuarias del oficialismo.

En Formosa resultó electo Luis Eugenio Basterra., actual vicepresidente del INTA y exministro de Producción de la provincia, que ocupaba el tercer lugar de la lista de candidatos a legisladores nacionales del FPV en los pagos de Gildo Insfrán.

En Santa Fe, Omar Perotti, Intendente de Rafaela, ex ministro de la producción durante la gobernación de Carlos Reutemann y nombrado como uno de los candidatos a ocupar el lugar de Domínguez en la cartera agropecuaria, encabezó la lista de diputados que obtuvo el 41,44 por ciento de los votos.

En esa misma lista, pero en tercer lugar, ingresó Claudia Giaccone, dirigente que responde a Agustín Rossi y delegada de la región sur de la Subsecretaría de Agricultura Familiar. Giaccone es una activa dirigente de Casilda, localidad agropecuaria del sur provincial.

También en Santa Fe pero por la oposición, ingresó Omar Barchetta, dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA), que ocupó varias veces la vicepresidencia de esa institución y milita en el Partido Socialista desde hace varios años. Barchetta fue impuesto por Hermes Binner en el tercer lugar, incluso ante la resistencia de miembros del partido.

También en la vereda de enfrente, la oposición logró que ingrese Bernardo Biella, un médico salteño que salió electo por la UDESO en esa provincia y que en su momento fue candidato a vicegobernador acompañando a Alfredo Olmedo, hijo del verdadero rey de la soja.

Más allá de esta escasa acumulación de escaños de agrodiputados opositores, la más mayor paliza fue la que recibió Mario Llambías en la provincia de Buenos Aires. El expresidente de CRA había sido la gran apuesta de Elisa Carrió en el armado de las listas pero quedó en el último lugar y perdió en distritos claves para el campo




Fuente: www.edicionrural.com

domingo, 9 de octubre de 2011

Ruleta soja


Original de la nota publicada en Noticias -08 octubre de 2011
Cada diez dólares que baja la soja las exportaciones argentinas pierden 450 millones de dólares y los ingresos por retenciones bajan 157,5 millones de dólares. Por eso las fluctuaciones del precio de la oleaginosa en Chicago se transformaron en la clave que puede condicionar las acciones políticas futuras de quien gobierne la Argentina.
A fines de agosto el precio alcanzó su tope de 534 dólares por tonelada, los más altos de la historia, y parecía que iba a continuar una carrera ascendente, pero la crisis europea impactó en la credibilidad mundial, se revalorizó el dólar, se conocieron los pronósticos de cosechas espectaculares en Sudamérica y reinaba buen clima en los Estados Unidos, un coctel que tiró los precios hacia abajo sumando preocupación a quienes ya habían empezado a gastar a cuenta.
Las exportaciones del complejo soja podrían llegar durante 2011 a las 45 millones de toneladas, si las promediamos por un precio FOB de 500 dólares, los ingresos nacionales por este rubro llegarían a los u$s 22.500 millones y los derechos de exportación del 35% alcanzarían unos u$s 7.875 millones, según cálculos realizados por la Bolsa de Comercio de Rosario.
La crisis griega sacudió los mercados, incluso los de commodities agrícolas, llevando el precio de la soja a negociarse a principios de semana cerca de los 430 dólares en Chicago, lejos de los valores más altos de la historia pero más cercano al número usado por el Ministerio de Economía para el presupuesto 2012. Desde el gobierno dicen que se utilizó un número “prudente” para evaluar los ingresos por el complejo sojero pero desde la oposición sostienen que se trata de una estrategia habitual: subestimar los ingresos es la madre de todas las leyes para tener excedentes que queden fuera del control parlamentario.
Entonces la pregunta es qué va a pasar con los precios de la soja en el futuro. Imposible saberlo con precisión, pero hay que tener en cuenta que la publicación especializada Oil World sostiene que los principales factores bajistas para la soja son la mayor oferta sudamericana, la presión de la cosecha en América del Norte y la crisis financiera y de deuda (principalmente en Europa) que no amaina, poniendo en riesgo el crecimiento económico mundial y por lo tanto la demanda potencial de alimentos.
Además, la demanda de la industria también se habría resentido por la caída de los márgenes económicos en el procesamiento de soja y una demanda de harina menos activa en el último trimestre. Incluso el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera, Alberto Rodríguez, sostuvo que desde “abril del año pasado la industria empezó a tener márgenes negativos, tanto por el aumento en dólares de los costos que enfrentamos como por la menor utilización de la capacidad instalada de nuestras usinas”.
Y la especulación financiera que se mueve en torno a estos mercados ya dio cuenta de todas estas alertas bajistas en torno a la soja y comenzó a salir de sus posiciones durante los precios alcistas de agosto.
Cuando la pregunta es cuál es el límite que tendrá esta caída de precios, aparece el fantasma de una sequía en Argentina y Brasil como el principal elemento a considerar. Si no llueve lo suficiente podría caer la producción en Brasil, el segundo productor mundial de soja, y bajarían los rendimientos en la Argentina, el tercer productor mundial, lo que se trasladaría rápidamente a los precios internacionales, sobre todo si se tienen en cuenta que las proyecciones de la demanda de China e India no parecen ser las más afectadas por los vaivenes económicos que sufre Europa.
Lo cierto es que tanto empresarios como políticos siguen con atención el precio del principal producto agrícola nacional ya que su fluctuación tiene impacto directo en la recaudación fiscal e indirecto en el movimiento de otras variables económicas fundamentales del país. Cuando muchos estén volviendo del último fin de semana largo del año, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos estará terminando de preparar el próximo informe que presentará el 12 de octubre y allí se volverán a barajar las cartas de un juego en el que la Argentina es uno de los principales apostadores.